Las fases de una cata de vino son tres: la visual, la olfativa y la gustativa. Cada una de ellas sirve para percibir una cualidad diferente del vino, lo que nos permite descubrir cada uno de los matices que lo componen.
Para que seas capaz de realizarla con nuestros vinos, desde Winery On Creations hemos redactado este artículo en el que queremos orientarte sobre cuáles y cómo son las fases de una cata.
Fases de una cata: Fase visual
Una vez que hayamos abierto la botella de vino que queremos catar, es importante que la pongamos en una copa transparente y que contemos con una zona de color blanco que nos haga de fondo. Sólo de esta manera podremos apreciar las tonalidades y matices que dan color a nuestro vino.
Para hacerlo adecuadamente, debemos inclinar la copa moviendo ligeramente nuestra muñeca.
Los colores del vino se localizan en tres zonas: la punta, el borde y el centro. Debemos prestar especial atención al color que tiene el vino en cada una de ellas.
El color de un vino nos dice muchas cosas acerca de él, por ejemplo, su edad.
Colores del vino
Los colores que podemos apreciar en un vino son los siguientes:
Amarillos. Nos explican el tiempo que ha pasado el vino en una barrica. O, en relación a lo anteriormente referido, saber si estamos ante un vino joven o uno viejo.
Este color amarillo se debe a la presencia de taninos en el vino. Todos los vinos los tienen. Y, al envejecer, cambia su tonalidad de incolora a amarilla hasta llegar al dorado. Por lo que cuanto más amarillo haya más viejo será el vino.
Obviamente, es más sencillo detectarlo en los vinos blancos que en los vinos tintos.
Otros colores que vamos a poder apreciar en nuestra cata de vino son los rojos, morados y marrones. En este punto dependerá del tipo de vino que veamos un color u otro. Estos colores se deben a la piel de la uva. De ahí que col el paso del tiempo se vayan perdiendo unos y se perciban otros clores. Y es que el rojo y el morado desaparecen con el paso del tiempo. De ahí que el vino pase de rojo violeta a rojo, luego a anaranjado y,
finalmente, a amarronado. Esta escala cromática es la que indica la edad del vino, desde el más joven al más viejo. Rojos intensos por ejemplo son los que vas a encontrar en nuestro vino DEMUERTE BLACK.
En el caso de los vinos blancos estaremos hablando siempre de los amarillos. Su escala irá del amarillo verdoso o pajizo a los dorados, propio de los vinos de mayor edad.
Fases de una cata: Fase olfativa
En la fase olfativa tenemos que oler el vino. Captar sus aromas para que nos evoque recuerdos y sensaciones. Para hacerlo correctamente tenemos que acercarnos la copa a la nariz sin moverla. De esta manera podremos captar todos los aromas del vino. Una vez que hayamos hecho esto, moveremos el caldo ligeramente en el interior de la copa y evitando que se derrame. Con ello conseguiremos que se mezcle bien y podremos apreciar todos sus olores, diferenciando cada uno de ellos.
Los aromas que se suelen apreciar son los siguientes: afrutados, amaderados, químicos, florales, vegetales o balsámicos. Aunque hay otros muchos. Aquí van a ser determinantes: la variedad de la uva, el proceso de fermentación, la crianza, o el tipo de barrica, entre otros aspectos.
Fase gustativa
En la última parte de la cata haremos uso del gusto. Será el momento de probar el vino.
Apreciar los sabores del vino requiere tiempo, de ahí que se haga en diferentes pasos. Los habituales son los siguientes:
- Cuál es el primer sabor que notamos cuando el vino entra en contacto con la boca.
- Ir notando cómo evolucionan esos sabores iniciales el tiempo que esté en la boca.
Los cuatro sabores que detectaremos en una cata de vino son los siguientes: dulce, salado, ácido y amargo.
Recuerda, además, que las percepciones que una persona tiene al realizar una cata no tienen que coincidir con las del resto del grupo. De hecho, el estado de ánimo, la experiencia olfativa de cada uno, etc. son elementos que influyen notablemente en la cata de un vino y que no siempre se tienen presentes.