Los vinos DEMUERTE son el claro ejemplo de cómo la pasión por el vino puede ser clave en la creación de un producto. Y es que hablar de la historia de estos vinos es hacerlo de la historia de las personas que están tras ellos. Es hablar de Karel y de Pablo, y de cómo la creatividad aplicada al mundo del vino ofrece excelentes resultados.
Para que puedas conocernos mejor y saber qué hay tras cada botella de DEMUERTE hemos redactado este artículo en el que hoy pondremos el foco en el backstage, es decir, en quienes hacen posible WINERY ON CREATIONS.
DEMUERTE: pasión por el vino
Muchas personas piensan que las personas que se dedican al mundo del vino proceden del mundo de la agricultura, de la ingeniería, de sagas familiares en las que el cultivo de la uva ha pasado generación tras generación. Sin embargo, no siempre es así. Y es que a veces los caminos que conducen a esta realidad están muy alejados de esta idea arquetípica.
Es el caso de los vinos DEMUERTE, que surgen del buen hacer de dos personas (Karel y Pablo) que llegaron al vino desde ámbitos muy dispares y que, en principio, no guardaban relación alguna con esta realidad.
Karel y Pablo, Pablo y Karel
En este sentido, hay que destacar, que Karel es una directora creativa apasionada por el arte y el diseño, que estudió arquitectura en Bogotá y que, después, se trasladó a Munich para estudiar diseño. Fue en esta ciudad donde descubrió su talento y pasión por la creatividad, lo que la llevó a trabajar, durante varios años, en diversas agencias de publicidad como directora creativa. Un ámbito en el que fusionó el arte de América Latina y Europa en muchos de sus proyectos obteniendo un gran éxito.
Durante ese mismo tiempo, Pablo Cortés era un reconocido ingeniero agrónomo y enólogo. Un prestigio que había cosechado tras más de 15 años de experiencia elaborando vinos de éxito, que incluso habían sido premiados en España. Precisamente esta pasión por el mundo del vino fue lo que lo llevó a especializarse en enología, adquiriendo los conocimientos necesarios para elaborar vinos de alta calidad que destacan por su sabor y aroma.
En el año 2012, los caminos de Karel y Pablo se cruzan poniendo al descubierto que compartían dos grandes pasiones: el vino y el arte. Fue entonces cuando decidieron unir sus fuerzas para crear un proyecto que fusionase sus intereses y talentos. Una propuesta que nació finalmente en 2015 en forma de marca de vinos, que vino a denominarse “Winery On Creations” y en la que se reflejaba la pasión y creatividad de Karel; así como la habilidad y experiencia de Pablo.
WINERY ON CREATIONS y DEMUERTE
La marca WINERY ON CREATIONS está ubicada en Yecla, en Murcia; y se caracteriza por buscar la variedad de uva Monastrell perfecta para elaborar sus vinos. Una variedad que han encontrado junto a los hermanos Candela, unos viticultores que comparten su amor por la tierra y la calidad. De ahí que, todos juntos, hayan creado una serie de vinos que son únicos en el mercado, y que hayan obtenido reconocimientos y premios a nivel nacional e internacional.
Una de las marcas más destacadas de esta bodega es DEMUERTE, cuyo nombre significa “muy bueno” en español. La elección del nombre se debe también a su vinculación con la cultura mexicana del Día de los Muertos, pero, sobre todo, a la calidad de los vinos que producen. De ahí que se pueda afirmar sin dudar que los vinos DEMUERTE tienen una personalidad única y distinguida del resto de los vinos.
Este reconocimiento a la calidad del vino ha hecho que, actualmente, DEMUERTE se venda en un total de 40 países de los 5 continentes. Sin embargo, Karel y Pablo no se detienen y siguen trabajando en nuevos proyectos, así como en la mejora constante de sus vinos. Y todo ello lo hacen con la misma pasión y creatividad que los unió en primer lugar. Y es que su historia es un claro ejemplo de cómo dos personas, con pasiones y habilidades muy diferentes, se pueden unir para crear algo realmente único e inspirador.