Cada vez es más frecuente encontrar etiquetas de vino de diseño en el frontal de las botellas. Con este gesto, las bodegas muestran su preocupación por la presentación de sus vinos, siendo conscientes de que es una parte importante de su mayor o menor éxito en los mercados.
Por lo general, en el diseño de las etiquetas de vino se busca comunicar algunas de las virtudes del vino. Otras veces, solo resaltar su procedencia o ilustrar el nombre de la bodega que lo ha realizado. En todos los casos, la etiqueta se puede realizar empleando tipografías y combinándolas de la misma manera que se hace en las láminas tipográficas; o bien reproduciendo un dibujo en el que se comunique un mensaje o idea con los datos que se quieren transmitir.
Aunque se puede utilizar todo tipo de colores para las etiquetas de las botellas de vino, los más habituales son: los tonos relacionados con la tierra, los verdes oscuros, los anaranjados y los azules oscuros. Sin embargo, cada vez es más frecuente incursiones de tonalidades rosáceas, moradas, doradas o plateadas.
También ha habido ocasiones en las que marcas de reconocido prestigio han invitado a diseñadores y artistas muy populares a diseñar sus etiquetas. Dado el éxito que alcanzaron invitaciones de este tipo se organizan citas como el “Concurso de rediseño de etiquetas de vino” que, desde el año 2011 organizan el Consejo Regulador de la DOP Alicante y la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Alicante (EASDA).
Una apuesta por la creatividad vinculada al sector vinícola que ha dado excelentes resultados y que ha servido para modernizar el aspecto de muchos vinos de la zona alicantina y para apoyar la profesionalización del diseño de etiquetas en el desarrollo de productos y de marketing vinculado al vino. Y es que, para preparar el concurso, los alumnos que solicitan participar reciben una sesión informativa sobre las condiciones que debe presentar el etiquetado.
También datos sobre los diferentes estilos de diseño de etiquetas que se han desarrollado, la legislación a la que debe someterse y que debe superar, el desarrollo del marketing en etiquetados, y se les invita a participar en una cata de Vinos Alicante DOP en la sede del Consejo Regulador. Gesto este último con el que se quiere dar a conocer las características de los productos que pertenecen a la entidad.
Todos los trabajos se someten al público organizando una exposición con las propuestas viables que se remiten al consejo. Sin embargo, su opinión no es definitiva a la hora de elegir un ganador, pues es un jurado profesional quien decide en este sentido. Quienes deseen tomar parte en este premio deben estar atentos a la página web del Consejo Regulador de Alicante. Por lo general, la convocatoria se publica durante el mes de mayor de cada año.
Por supuesto también se está innovando en el marketing bodeguero, que incluyen como parte fundamental de su producto el diseño de sus etiquetas. Imágenes impactantes, que te ayuden a recordar el vino. Que te ayude a reconocerlo. Diferenciación pura y dura que en otros ámbitos era un aspecto fundamental en el marketing y por fin ha llegado al mundo del vino.
Algunos diseñadores desarrollan una idea completa en la que existe un envoltorio especial para las botellas de vino a juego con la etiqueta. En estos casos se emplea papel, cartón, tela e incluso madera, lo que supone una excelente manera de presentar el producto para quienes desean regalarlo o para quienes gustan de disponer de productos únicos o ediciones limitadas.
Más allá de la parte creativa, el diseño de las etiquetas de vino debe contener información básica sobre el vino que contiene la botella. Esta es (o era) su labor fundamental; el tipo de vino, la bodega o entidad que lo ha elaborado, un código de barras que facilite información sobre los procedimientos y controles a los que se ha sometido, y el logotipo de la compañía (si es que existe).