Las catas están de moda. Como acto social y como evento con el que poder tomar contacto con nuevos productos, artesanales en su mayoría, de gran calidad y donde nos dan la oportunidad de conocer su proceso de elaboración o conocer sus detalles más escondidos.
En el caso del vino, las catas se han convertido en rituales que ponen a nuestro alcance la posibilidad de apreciar en todos sus detalles los distintos vinos que una bodega realiza. Lo que supone una manera estupenda de conocer el esfuerzo que entraña la realización de cada variedad.
En Winery On Creations nos encantan las catas de nuestros vinos porque nos dan la oportunidad de transmitir todo aquello que de otra manera no se aprecia. En especial, el cariño que ponemos a cada uno de los detalles que componen nuestros caldos. Por ello, cuando organizamos una cuidamos cada detalle de las fases de una cata . Y nos extraña conocer que hay personas que han ido a otras catas en las que no se han seguido las distintas fases que debe componer un acto de este tipo. Para que puedas conocerlas, hemos redactado este artículo con el que queremos explicar qué pasos la componen y cómo debe realizarse para apreciar los vinos de la manera adecuada.
Obviamente, en todo momento nos referimos a las catas a las que tiene acceso el público general, no a las que desarrollan profesionales. Esas tienen otro funcionamiento y requieren años de entrenamiento.
FASES DE UNA CATA
Aunque no todas las catas son iguales, lo cierto es que todas ellas deben componerse de distintas fases en las que una o varias personas expertas o conocedoras de los vinos guían a un grupo de personas sobre esta realidad.
Antes de comenzar hay que tener en cuenta el espacio en el que se va a desarrollar la cata. No vale cualquier sala. Debe ser de color blanco o lo más neutra posible para que los colores no se vean alterados por el entorno. El mobiliario debe ser también blanco siempre que sea posible. Además, esta sala debe encontrarse en el interior, en una zona a la que no lleguen los olores, los sonidos y cualquier otra interferencia del entorno. Se trata de tener los sentidos centrados en el vino y nada más que en la experiencia de catarlo.
Es importante también que se cuide la iluminación del espacio de la cata (mejor si es natural) y que sea uniforme en todo el espacio; y la temperatura que haga en su interior (debe ser cómoda para quien realiza la cata).
Una vez que se ha cuidado todo esto, la cata en sí se compone de los siguientes pasos o etapas:
- Fase visual. En ella se observan y valoran las cualidades de los vinos que vanos a catar. Su color, su transparencia, si deja o no lágrimas en el cristal de la copa al moverlo, etc. Todo ello nos lo irá indicando el personal que desarrolle la cata desde el inicio de la misma. Y nos explicarán cómo debemos valorarlo y relacionarlo con el tipo de vino, el tipo de uva empleado, etc.
- Fase olfativa. Como es obvio se trata de apreciar los aromas que desprende el vino. Para ello se suele introducir la nariz en la copa. Sin embargo, no es la única posibilidad existente. Y es que otra manera de percibirlos es una vez que hemos dado un trago al vino. Al someterlo al movimiento, el vino desprende otros olores que se detectan en la zona retronasal de nuestro cuerpo. En esta etapa nos explicarán también la existencia de tres tipos de aromas en el vino: los primarios, los secundarios y los terciarios (denominados también buqué).
- Fase gustativa. En esta etapa nos orientarán sobre la manera en la que se aprecia un vino al beberlo. La manera en la que interactúan con las papilas gustativas, y cómo se conectan con las sensaciones cerebrales.
Tras todo esto habremos comprendido mejor al vino y sabremos apreciarlo en todo su esplendor. Así pues, si vas a contratar una cata, lo mejor es que te asegures antes de que ésta se va a desarrollar conforme a estos parámetros y que la cata tendrá todas sus fases. De lo contrario, no obtendrás unos buenos resultados.