Pablo y Karel, la esencia de Wineryon

pablo y karel

Cuando pensamos en bodegas de vino no solemos hacernos una idea de las personas que hay detrás de ellas, las que le han dado forma desde sus inicios y las que trabajan para mejorarla día a día. 

Esto nos lleva a perdernos la posibilidad de conocer la historia de la empresa, apreciar el espíritu de sus creadores y a comprender mejor lo que significa cada uno de los vinos que ofrecen a los consumidores. Por ello, en Wineryon hemos querido romper esta tendencia e invitarte a conocernos. Y es que detrás de nuestros vinos estamos nosotros: Pablo y Karel, los fundadores de Wineryon.

pablo y karel

Pablo y Karel

Wineryon es la materialización de un deseo compartido. El de tener nuestra propia bodega. Un espacio en el que poder crear un vino diferente, que nos gustara y que materializara aquello que desearíamos encontrar en nuestra mesa. Y un lugar desde el que poder compartir con todo el mundo nuestros conocimientos de vino y de diseño, de ahí que se haya cuidado con especial atención también el packaging, uno de los principales reclamos de nuestras botellas.

Para dar forma a todo ello, partíamos con ventaja. La que ofrece toda una vida de trabajo y entrega. En el caso de Pablo Cortés, una trayectoria como Ingeniero Agrónomo y Enólogo, vinculado durante más de quince años a varias bodegas españolas. Una línea creativa marcada por el éxito, ya que durante este tiempo muchas de sus elaboraciones se habían materializado en vinos con  importantes reconocimientos a nivel nacional e internacional. Lo que le animaba a seguir desarrollándose en este sentido.

Un objetivo que también pretendía alcanzar Karel Eisser, una arquitecta especializada en diseño y fotografía. De carácter cosmopolita y con formación y experiencia internacional, principalmente en Colombia, España y Alemania, que siempre había encontrado atractiva la idea de realizar su propio vino. Un vino que, como bien destacan en la presentación de la bodega, fuera más atrevido y cercano de lo que eran los caldos que hasta ese momento encontraban en el mercado. 

Una nota de distinción y valentía que se materializaría, no sólo en una variedad de caldos con un sabor único, intenso, de gran calidad; sino en un nombre singular y en una etiqueta muy diferente, llamativa y de gran atractivo para los consumidores. Lo que suponía la combinación perfecta con la que han logrado el éxito en mercados nacionales e internacionales.

Uva Monastrell y vinos DEMUERTE

Demuerte, el hallazgo de Wineryon

Uno de los principales hallazgos de Pablo y Karel ha sido el lanzamiento del vino Demuerte. Un caldo que en la actualidad cuenta con seis variedades, una de ellas de vino blanco; y que ha supuesto una bocanada de aire fresco en el mercado.

Para su elaboración, ambos responsables han optado por el empleo de una variedad de uva vinculada al pasado de la cuenca mediterránea española: la Monastrell. Un grano pequeño, que generan unas cepas de gran antigüedad (más de 50 años), que crecen en unos terrenos elevados de la zona de Yecla, de gran dureza, en unas condiciones climáticas extremas, que ofrecen una fruta de gran sabor que permite la elaboración de vinos de gran calidad. 

Vinos como Demuerte Black, la estrella de la bodega. Uno de los caldos tintos que puedes adquirir en la tienda de su página web y que ofrece muchas posibilidades de maridaje en mesa, de ahí que sea uno de los más empleados entre los consumidores de todo el mundo. Un tinto de color rojo picota, que recuerda a fruta en su aroma y que es suave a su paso en boca. Todo ello ofrecido en una botella de color negro, en la que destaca la presencia de una etiqueta en la que se reproduce la silueta de una calavera al gusto de las representaciones mexicanas que se hacen de las caninas cuando llegan las festividades de los Santos Difuntos. Una nota de estilo diferente que, como Pablo y Karel, han renovado el mundo del vino para sorpresa de todos. 

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